El Balón de Oro 2024: ¿Reflejo de calidad o popularidad?

 Cada año, la premiación del Balón de Oro da mucho de qué hablar. Para muchos es el premio individual más relevante del fútbol y para muchos otros, la elección es cada vez más cuestionable. Este año, el premio fue para Rodri Hernández. El mediocampista español, motor del Manchester City y de la selección española, le ganó el galardón a Vinicius Jr, después de una gran temporada. Pero ¿se premió al mejor o al más popular?



Con sus 28 años, Rodri ha ganado bastante reconocimiento por su precisión y liderazgo. Con el triplete del Manchester City (Premier League, FA Cup y Champions League) y su contribución en la Liga de Naciones con España, nos muestra a un jugador muy completo. Sin embargo, el debate se mantiene, ¿quién debió llevarse el premio del Balón de oro realmente?, ¿justo o cuestionable? Especialmente cuando se confronta la calidad en el campo entre jugadores tan finamente tácticos, se crea una difícil decisión para los especialistas, ¿qué es lo que realmente define quién debe ganar?


Desde que la premiación del Balón de Oro existe, enfrenta críticas de todos los fanáticos del fútbol por su supuesta manera de inclinarse hacia ciertos nombres o estilos de juego. Desde los años de los grandes Messi y Ronaldo que dominaban el galardón de manera consecutiva, la discusión siempre recae en si se ha sido premiado sobre las estadísticas y logros u optan por premiar sobre un enfoque más mediático. 


Este año, mucha de la fanaticada opina que la premiación de Rodri es justa, ya que sus contribuciones y títulos son innegablemente merecidos, el chico se supera cada partido. Sin embargo, ver nombres como los de Haaland, Bellingham, Carvajal o Vinicius Jr entre los nominados encienden múltiples dudas por parte del público, puede que se valore más la constancia y la fama que los momentos que realmente pesan en el campo.


Sin duda la forma de la votación es ciertamente polémica. Con periodistas de todo el mundo votando se genera la subjetividad, la cual es algo inevitable. Aunque se supone que la votación busca una visión global, la realidad es que todos y cada uno de los periodistas tienen su perspectiva propia de lo que significa ser el mejor. Al final, no siempre es fácil medir el impacto de los jugadores cuando se ven cercanos, considerando que cada liga y torneo tienen contextos diferentes. Es la controversia de siempre.


Actualmente nos encontramos en una realidad en la que las redes sociales pueden influir tanto como las estadísticas, se corre cierto riesgo de que el Balón termine en manos de un jugador viral que sea rentable para el marketing y no en uno que destaque realmente por sus habilidades. Las marcas más grandes tienen intereses, y la figura que recibe el premio ayuda a proyectar la imagen del fútbol en general. El fenómeno del fútbol, como en todos los deportes, más allá de los gustos tiene que ver con los negocios. También hay que ser realistas, hay periodistas muy importantes que pueden hablar a conveniencia y cambiar la perspectiva de los jueces. 


Sin embargo, en lo personal considero que Rodri rompe con esa tendencia, no es alguien que se mantenga dentro del ojo público constantemente, ni un jugador con un perfil mediático, sin embargo, su rendimiento y consistencia sí hablan por él. Como mediocampista defensivo, su trabajo no siempre brilla en las estadísticas marcadas de goles o asistencias, pero sin duda es de los jugadores que influyen en el juego de manera crucial. 


Una opción sería que se hagan más Balones de Oro y se diversifiquen en categorías que abarquen las distintas consideraciones del juego. Así como ya tenemos los premios para las categorías de el mejor goleador, portero o entrenador, el Balón de Oro podría incluir otras categorías más como el mejor creador de juego, el más decisivo, o el que tiene un mayor impacto en su equipo. Así, estarían premiando logros específicos y no solo al mejor en general, se mantendría más parcial.


La polémica de este año nos deja claro a todos que el fútbol actual necesita una adaptación. Ahora, este deporte es un gran fenómeno manejado por las masas, y no es posible ignorar la influencia de las redes y los medios. Sin embargo, es de suma importancia que este tipo de premiaciones no se vean afectadas por la popularidad momentánea y que se mantenga su esencia como reconocimiento del talento y esfuerzo en el campo.


A pesar de lo que he estado mencionando, el fútbol, como cualquier otro deporte, sí se mantiene en un constante cambio, y los premios que dan reconocimiento a los mejores deben ir a la par. Este reciente Balón de Oro nos deja una lección clara, se debe redefinir el significado de ser “el mejor” en el deporte más popular del mundo. La responsabilidad de quienes mantienen la organización de este galardón año con año es enorme y no se puede dejar a la ligera que el galardón vaya perdiendo su valor solo por presiones de marketing o tendencias. 




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