La fila infinita, esclavos del consumismo.
A través del tiempo, cada década se le ha ido identificando al humano de distintas formas. En nuestra época como sociedad moderna nos definirían como los esclavos del consumismo. Siempre en las fiestas decembrinas se inundan las redes de videos sobre las largas filas paga comprar en las grandes cadenas.
Serpientes enormes que desde adentro en la última caja Toda una tendencia en las redes sociales, provocando risas, burlas e insultos. Más allá de los memes que pueden surgir y todas las bromas sobre solo comprar unas cosas y salir con nueva membresía, estas filas reflejan la cruda realidad sobre el consumismo desbordado de nuestra época.
Durante diciembre, la cadena más solicitada fue Costco, se convirtió en una burbuja de ansiedades festivas, familias enteras preparadas con sus carritos repletos de comida y mobiliaria, juguetes y utensilios, peleando por todo lo que pudieran comprar. El papel para regalos agotado en todos lados. Toda la comida congelada se iba en minutos.
Mientras afuera se escuchan los villancicos propagando paz y amor, con el fin de brindar alegría en estas fechas, las personas se preocupan por las compras y no por pasar una navidad feliz. Lo que en teoría sería una experiencia de convivencia para las fiestas decembrinas, se torna en una batalla campal por llevarse las rebajas. Ir a Costco en estas fechas es como asistir a un reality show de supervivencia.
Pero ¿quiénes son los culpables de todo esto?, podrían pensar que los vendedores, pero no, ellos solo aprovechan nuestras carencias. Los únicos culpables del gran consumismo que hay hoy en día, somos nosotros. Todo empieza desde la mentalidad que nos creamos al consumir contenido en las redes. Dejamos que entre cualquier contenido en nuestras mentes y queremos lo más nuevo y lo más limitado.
Si bien todos los vendedores y marcas usan grandes estrategias para atraer el consumo, los que consumen siempre son los del problema. En la parte psicológica tiene un gran enfoque, la procrastinación, en el dejamos todo para el final, y en el momento sentimos la urgencia de comprar todo como si estuviéramos entrando en otra pandemia y nos fuéramos a encerrar.
Costco, como muchas otras cadenas, ha dominado el arte de vender la abundancia y la escasez. Pero la estrategia número uno es generarle necesidades al consumidor para poder abastecerlas con sus productos.
¿Por qué necesitarías un aparato que prende las luces y pone música por ti cuando tú mismo puedes hacerlo? Porque eres esclavo de la procrastinación y el sedentarismo. Ahora, si nos vamos a la logística de una tienda como Costco, ahí sí que es su culpa las grandes filas. Deberían tener una buena movilidad para evitar las aglomeraciones, hoy en día la IA puede realizar pedidos en línea y otras formas de hacer más fácil la compra en cadenas tan grandes.
Estos casos deberían hacernos reflexionar sobre el espíritu navideño, compartir felicidad con nuestros seres queridos, pero espiritualmente, no se trata de lo material y que compres lo más caro en rebaja lo más rápido posible. No se trata de tener la mesa más llena y el árbol con más regalos comprados. Se necesita enfatizar lo básico, el tiempo con los nuestros.
Tomemos nota. Pero no solo el próximo diciembre apliquemos esto, todo el año deberíamos priorizar el amor y la compañía. Busquemos la felicidad, juguemos y divirtámonos. ¿Quién no la pasaba de risas con esos regalos de broma en los juegos? Volvamos a los viejos tiempos. Feliz navidad, feliz año nuevo.

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